(Río Grande, mayo 9 de 2013) – El proyecto turístico de navegación del lago Fagnano se encuentra suspendido y podría ser definitivamente abandonado por la empresa Fernández Campbell, que denunció falta de apoyo y el cobro de excesivos impuestos por parte de la Provincia.
Los catamaranes que Fernández Campbell botó en el lago en 2007 han sido retirados del agua y podrían ser sacados de la Isla si no encuentra una solución al diferendo planteado por la empresa que acusó a la Dirección de Puertos de pretender cobrar tributos excesivos, que cambian las reglas de la explotación y que, a juicio de la empresa, implican un abuso, que excede las posibilidades económicas del emprendimiento.
En diálogo exclusivo con Radio Fueguina, el responsable del complejo turístico, Leonardo Fernández Campbell, estimó en 3 millones de dólares la inversión realizada desde el año 2000 y negó que se hayan recibido subsidios ni ayuda económica para el emprendimiento que inició la navegación en 2007, después de siete años de preparativos.
“Desde el año 2000 hemos invertido en embarcaciones y en tierra e instalaciones portuarias, muelles, estaciones de combustible”, que se indignó al decir que, desde que asumió como titular del Infuetur Marcelo Echazú “nunca se interesó por el proyecto ni habló con nosotros”.
A pesar de que el lago no contaba con amarradores ni instalaciones portuarias hasta que éstas fueron construidas por Fernández Campbell “la dirección de Puertos de Río Grande, que no sabíamos que existía, llegó hace dos años a cobrarnos un impuesto que ellos llaman tasa por una prestación que no existe”, denunció el empresario.
“Nos parece un impuesto por servicio y no una tasa, no tenemos amarrado un barco a un puerto de la Provincia, todo lo hicimos nosotros”, enfatizó Fernández Campbell.
Desde que comenzó su actividad en Tolhuin, la empresa (que explota también la navegación turística en lago Argentino, en El Calafate) ha desarrollado un complejo de actividades en torno a cabañas, quinchos y paseos terrestres y brinda trabajo a once personas cuyos puestos “no están en riesgo a pesar de todo”, tranquilizó el empresario.
El canon exigido por la dirección de Puertos de Río Grande, que motivó el retiro de las embarcaciones del agua, sería de unos 30 mil pesos mensuales, sin que se haya aclarado por parte del organismo cuál es la contraprestación por la que se exige el tributo.
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