En un principio se pensaba que la peor nevada en los últimos 20 años sería suficiente para someter a Bariloche en plena temporada de vacaciones de invierno. Sin embargo, el frío también jugó su parte: según el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), la ciudad rionegrina registró la temperatura más baja de su historia.
Ocurrió poco después de las tres de la madrugada, cuando se alcanzó la temperatura de 22,4 grados bajo cero. El propio SMN indicó en su cuenta oficial de Twitter que se rompió una marca de 54 años al superarse así los -21,1º C, registrados el 30 de junio de 1963.
El panorama en las principales ciudades de la Patagonia es preocupante. Cortes de luz, pasos cerrados, vuelos cancelados, caídas de árboles y postes de luz generaron un auténtico caos en diversas ciudades del sur de la Argentina y dejaron prácticamente aislada a una zona que se preparaba con entusiasmo para recibir las vacaciones de invierno.
La propia San Carlos de Bariloche fue una de las ciudades más afectadas por el temporal de nieve. Hasta la última hora del sábado, unos 16.000 usuarios (un 32% del total) se quedaron sin luz, mientras que la ruta 237 y el empalme con la Ruta Nacional Nº 40 quedaron interrumpidos durante gran parte de la jornada.
«Este temporal de nieve fue excepcional, similar al del año 1995. Hay gran cantidad de árboles caídos, que destruyeron los tendidos provocando la caída de los postes enteros», se informó desde la Cooperativa de Electricidad de Bariloche (CEB).
Como si fuera poco, la región sufrió enormes inconvenientes precisamente en el inicio de las vacaciones de invierno, cuando las principales ciudades se preparaban para recibir a turistas de todas partes de la Argentina y del extranjero.
Según informó el diario de Río Negro, durante todo el sábado se cancelaron 20 vuelos desde Buenos Aires a Bariloche y otros tres a Chapelco, en San Martín de Los Andes.
«El tema del aeropuerto fue complejo. Prácticamente hubo 36 horas sin vuelos e hizo que varios turistas se pusieran nerviosos. sobre todo los que se quieren volver. En el aeropuerto vimos escenas de gente que quiere volver a sus casas y se ponía nerviosa«, afirmó el intendente de Bariloche, Gustavo Gennuso, al canal A24.
Ya desde el viernes a la noche se habían registrado unos 2.500 pasajeros que quedaron varados en Bariloche y no podían regresar a sus hogares. Para aquellos turistas extranjeros, muchos de los cuales disponían de combinaciones con vuelos en Ezeiza, se convirtió en un problema de mayor magnitud.
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